Violeta Parra

Recordando a Violeta Parra



Por Sergio Reyes

Violeta fue una más de alrededor de doce millones de habitantes que viven arrinconados entre el Oceano Pacífico y la Cordillera de los Andes. La mayoría ha vivido siempre en la pobreza.

El sudor y la sangre de los esforzados trabajadores chilenos, sin embargo, ha servido para enriquecer solo a un pequeño grupo de patrones de dentro y fuera.

Chile posee recursos excepcionales: tierra fértil, mar fértil, creación fértil. Ninguna razón más que la avaricia del capital existe para que sus habitantes no vivan «una vida más linda qu'el sol.»

En esta tierra nace la Violeta Parra. «Violeta penetra al mundo por la puerta de San Carlos, pequeña ciudad sita en las extremidades de Chillán, el 4 de Octubre de 1917.»

* Al Centro de la Injusticia
* Arriba Quemando el Sol

Hija de un profesor primario y de una mujer campesina, la niñez de Violeta transcurre entre más penas que alegrías junto a sus hermanos y hermanas.

Mi taita fué letrario
pa' profesor estudió
y a las ciudades llegó
a enseñar su diccionario.

Mi mamá como canario
nació en un campo florío
como zorzal entumío
creció entre las candelillas
conoce lo que's la trilla
la molienda y l'amasijo.

Con un chiquillo en los brazos
los otros seis a la cola
entramos como una ola
contentos como payasos
casi pisando los pasos
de mi preocupa'o paire
a una casa misteriosa
que yo la ví más hermosa
que la capilla del fraile.

Testimonio de su hermana Hilda Parra

«Entonces trabajaba mi papá de profesor y mi mamá ayudaba en las costuras. con el montón de chiquillos que tenía, más no podía hacer, ¡creo yo! Así que la situación era mala. La familia Parra, los abuelos, ellos eran los ricos. Eran los dueños de Chillán, casi de Chillán entero. Mi madre tenía su familia en el campo, en El Huape. Ellos siempre fueron pobres.»

En medio de los viajes que el padre tenía hacer en busca de trabajo, llegan hasta Santiago.

A los tres años de edad Violeta contrae la viruela, enfermedad que causó estragos en los campos y ciudades de Chile. El resultado de esta enfermedad marcaría para el resto de su vida la apariencia de Violeta.

No se escapó ni el vacuno
de la terrible lanceta
que la pequeña Violeta
clavó sin querer ninguno.
Tres meses pasó en ayunos
con ese terrible grano
que le arrancó de las manos
y pies de raíz las uñas
Su cuerpo es una pezuña
sólo un costrón inhumano.

En 1927 es elegido presidente Carlos Ibañez del Campo, cuya administración se transforma en una verdadera dictadura. En un esfuerzo por recuperar la economía nacional para el beneficio de los capitalistas nacionales y extranjeros, Ibañez reprime a diestra y siniestra.

El padre de Violeta, corre la suerte de miles de profesores quedando desempleado. El único amparo para su desesperación son el canto, la guitarra y el vino.

Por ese tiempo el destino
se descargó sobre Chile;
cayeron miles y miles
por causa de un hombre indino.
Explica el zorro ladino
que busca la economía
y siembra la cesantía
según él la considera
manchando nuestra bandera
con sangre y alevosía.

Fué tanta la dictadura
que practicó este malvado
que sufre el profesorado
la más feroz quebradura.
Hay multa por la basura
multa si salen de noche
multa por calma o por boche
cambió de nombre a los pacos
prenden a gordos y flacos
así no hayan en coche.

Tiritan en los hogares
no duermen los habitantes
en velas y delirantes
por si entran los guardianes
Ya van sumando millares
de justos y pecadores;
repletas son las prisiones,
se vive en un sobresalto;
y el presidente tan alto
detras de las municiones.

Ibañez entrega las riquezas de Chile a los capitales norteamericanos, incluidos las minas de cobre y las telecomuniciones.

El padre de Violeta se sume más y más en el alcoholismo. La única oportunidad que tuvieron de salir de la pobreza se produce cuando el abuelo Parra le entrega a su hijo una herencia de terrenos. Este la entrega a un precio irrisorio para satisfacer compromisos contraídos para alimentar su vicio.

Celebro que fuer'a así,
porque de un'otra manera
yo hubiera sido ternera
sin leche que dar aquí.
Si es cierto que yo sufrí,
eso me fue encañonando,
más tarde me fué emplumando
como zorzala cantora
que no la para ni el diablo.

A la muerte de su padre, Violeta comienza su vida independiente. A la edad de siete años comenzó el aprendizaje de la guitarra y el canto. Junto a sus hermanos se enrola en circos locales para cantar y bailar.

En 1934, rondando los 17, Violeta se vá para Santiago junto a su hermano Nicanor. Ingresa a la Escuela Normal de pedagogía, pero sólo cursa el primer año.

Junto a su hermana Hilda forman el dúo Las Hermanitas Parra y van cantando de boliche en boliche las canciones de moda de la época.

En 1938 se casa con Luis Cereceda, obrero ferroviario. Ese mismo año asume el gobierno progresista de Pedro Aguirre Cerda. Violeta contribuye desde su casa en la distribución directa de bienes de consumo, apoyando el intento del gobierno por controlar los precios.

Su casamiento duró diez años, hasta 1948. De esta unión quedan dos hijos, Isabel y Angel, los que hasta hoy continúan con sus propios méritos el legado musical de su madre.

A los diez años cumplidos
por fin se corta la guincha
tres vuelta daba la cincha
al pobre esqueleto mío
y pa' salvar el sentío
volví a tomar la guitarra;
con fuerza Violeta Parra
y al hombro con los chiquillos
se fué para Maitencillo
a cortarse las amarras.

En 1949, Violeta se vuelve a casar, esta vez con Jorge Arce, cantante de opera. Al año siguiente nace su hija Cármen Luisa.

Fue a principio de los años 50 que Violeta comienza seriamente su labor de recopilación folklórica, recorriendo la zona central del país, conversando, grabando, escribiendo, memorizando antiguas canciones del folklore que se encontraban en peligro de extinguirse.

En su labor de recuperación del folklore chileno, Violeta recolecta cerca de 3,000 canciones, refranes y versos.

* El Rin del Angelito
* La Exiliada del Sur

En el curso de su trabajo conoce a los poetas Pablo Neruda y Pablo de Rhoka. Violeta ya no canta las canciones de moda que antes tuvo que cantar forzadamente para sobrevivir. Ahora ha tomado un compromiso definitivo con el folklore, la música del pueblo, la protesta por las condiciones de vida del pueblo chileno.

Al mismo tiempo, Violeta continúa su obra creativa en el terreno de la pintura, la artesanía de greda y de alambres y las arpilleras.

En 1954 gana el premio Caupolicán que se otorgaba a la folklorista del año. Como resultado de la publicidad obtenida por la obtención de este distinguido galardón es invitada a cantar en el Festival de la Juventudes Internacionales en Polonia. Actúa de paso en la Unión Soviética y se radica por dos años en Francia, donde graba un disco de larga duración.

Cuando el mundo comenzaba a reconocer el talento de Violeta Parra, su pequeña hijita de sólo meses que había quedado en Chile muere de una enfermedad.

Testimonio de su marido Jorge Arce

«Hacía 28 días que Violeta había salido de Chile cuando se nos murió la Rosita Clara. Le mandaron a avisar por carta, pero parece que no le explicaron bién, así que pensó que había sido culpa mía... Todas las semanas recibía dos tarjetas de ella donde sistematicamente me culpaba. Después supo cómo habían sido las cosas: la «guagua» murió de una pulmonía.»

Cuando yo salí de aquí
dejé mi guagua en la cuna,
creí que la mamita luna
me la iba a cuidar a mí,
pero como no fue así
me lo dice en una carta
pa' que el alma se me parta
por no tenerla conmigo;
el mundo será testigo
que hei de pagar esta falta.

Violeta se sobrepone de sus terribles pesares. Continúa sus actuaciones en cafés y teatros franceses sumida de añoranza por su patria. Después de dos años vuelve al terruño.

* La Jardinera
* Maldigo del Alto Cielo
* Cantores que Reflexionan

Testimonio de su amigo Enrique Bello

«Yo creo que se quedó en Europa por romper un poco el destino que tienen los latinoamericanos en un mundo tan cerrado como el de París, donde se los considera subdesarrollados económica y mentalmente.

Ella no fué a Paris como los señoritos del siglo 19 a aprender la última moda. No. Ella fue a imponer la canción chilena; ese era su desafío. Quiso probar, someterse a prueba. Era una tarea dura la de ella, en un lugar del que no conocía el idioma ni las costumbres, ni el público...»

Regresa a Chile en 1956.

En 1957 convence a la academia de la Universidad de Concepción de fundar el Museo de Arte Popular. Choca allí con la pedantería de los investigadores universitarios. Violeta es demasiado grande, demasiado sincera, demasiado auténtica para los investigadores de papel.

En 1958 se establece nuevamente en Santiago. Ese mismo año extiende su labor de recopilación folklórica hacia el sur de Chile, llegando hasta la Isla Grande de Chiloé.

* La Pericona
* Casamiento de Negros

A principios de los años 60, conoce al musicólogo y antropólogo suizo Gilbert Favré, con quien habrá de mantener una apasionada relación no exenta de sinsabores hasta el fin de sus dias.

El amor sincero de Violeta, sus alegrías y penas de amor, son otra constante que dieron vida a tantas hermosas canciones.

* Volver a los Diecisiete
* Corazón Maldito
* ¿Qué he Sacado con Quererte?

En toda Latinoamerica, pero en particular en Chile comienza a tomar firme vuelo la «nueva canción.»

Esta se caracteriza por la denuncia de las injustas y miserables condiciones de vida de los trabajadores y reivindica el derecho a la liberación de la esclavitud capitalista.

Es la época del surgimiento de grupos como Quilapayún e Inti-Illimani, y se comienza a escuchar ya en las radios de Chile a Rolando Alarcón, Patricio Manns y Victor Jara.

A Violeta se le dá por irse a Francia otra vez, esta vez junto a sus hijos Angel e Isabel. En 1964 expone sus arpilleras, pinturas y escultura en alambre en el Museo Louvre de Paris.

Testimonio de su hija Carmen Luisa

«La única vez que entré a uno de los boliches donde ella trabajaba, fué cuando mi mamá estaba por segunda vez en Francia, y me mandó a buscar: un viaje bastante terrible, porque en vez de llegar a un aeropuerto aterricé en otro y nadie me estaba esperando.

Ella llevaba como tres meses allá y estaba bastante triste con la separación, así que apenas pudo mandó el pasaje. Allá me esperaba con una canción: «Paloma Ausente.» Con todo ese lío de la llegada el encuentro fue una locura: me abrazaba, me preguntaba mil cosas, lloraba y entre medio me cantaba la canción.»

* Paloma Ausente

De vuelta en Chile, en 1965, se une a sus hijos Isabel y Angel que habían fundado la Peña de la calle Carmen 340 en Santiago, un centro de reunión y difusión de la nueva canción. Ese mismo año se instala con una carpa en un barrio apartado de Santiago, en la comuna de La Reina.

Violeta Parra en entrevista con René Largo Farías, en 1966

«Yo creo que todo artista debe aspirar a tener como meta el fundirse, el fundir su trabajo en el contacto directo con el público. Estoy muy contenta de haber llegado a un punto de mi trabajo en que ya no quiero ni siquier hacer tapicería, ni pintura, ni poesía, así, suelta. Me conformo con mantener la carpa y trabajar, esta vez con elementos vivos, con el público cerquita de mí, al cual yo puedo sentir, tocar, hablar e incorporar a mi alma.» (sb 79)

Sin embargo, el negocio de la Carpa de La Reina resulta dificil. El público, el pueblo con el que Violeta esperaba compartir no se allega a su nido. La Carpa, en cambio, es frecuentada por turistas e intelectuales progresistas y no tanto. Y a veces no llegaba nadie. La depresión cunde en el corazón de Violeta.

Por aquella época intenta suicidarse.

Su amigo, el folklorista Hector Pávez la saca de este estado depresivo al comprometer su apoyo a la obra.

De nuevo se levanta la Violeta y continúa el trabajo. Por este mismo tiempo se suma al trabajo en La Carpa el uruguayo Alberto Zapicán, quién llega buscando trabajo como carpintero, con un bombo al hombro, pero sin ilusiones artísticas.

Testimonio de Alberto Zapicán / Testimony of Alberto Zapican

«Cuando ella no estaba en la carpa yo tocaba el bombo y pegaba un alarido que otro, desde chico más o menos fuí chillón, entonces por ahí, cuando no estaba ella, yo tocaba el bombo y pegaba esos alaridos, cosas que acostumbran en el campo uruguayo...

Y un día yo estaba muy entusiasmado, así como corriendo cuesta abajo con el bombo y pegando alaridos, sintiéndome solo en la carpa... resultó que la Violeta había estado todo el tiempo escuchándome.

Me dijo: «A partir de este momento tienes que dejar el martillo, pescar el bombo y tocar conmigo.» ¡Se ve que le gustó que fuera tan bruto!»

* El Albertío

Su relación con Favré empeora. El «gringo» decide irse del lado de Violeta. Un nuevo golpe al ya sufrido corazón de la creadora. Corría el año 1966. Violeta se sume en un una nueva depresión.

* Run Run se Fué pa'l Norte

Para sacarla de su estado depresivo, sus familiares, compañeros y amigos deciden que Violeta salga de gira por el país.

Por primera vez llega a la ciudad más austral del país y del continente sudamericano, Punta Arenas.

Viaja junto a una comitiva organizada por el locutor y promotor folklórico René Largo Farías en la compañía «Chile Ríe y Canta.

Allí se la ve refulgir de nuevo, en medio de las cálidas atenciones de los habitantes de las frías estepas magallánicas.

Testimonio de su hermano Lautaro Parra

«Ya antes, algunos meses atrás, había hecho un viaje con Chile Rie y Canta por todo el sur; con más de 20 artistas habían llegado hasta Punta Arenas y la Viola había regresado pero irreconocible: sin arrugas, radiente, con toda su energía encima.»

Un día domingo, 5 de Febrero de 1967, la Violeta dejó de cantar para siempre.

Testimonio de su hija Carmen Luisa

«Yo estaba ordenando algo en la carpa, serían como las seis de la tarde, de repente sentí un balazo... entré corriendo a la pieza y encontré a mi mamá ahí tirada, encima de la guitarra, con el revólver en la mano.

Me acerqué a ella y la moví, le hablé... y no me contestó. Ahí me dí cuenta que por la boca le corría un hilillo de sangre. Quedé como paralizada, no sé por qué pero lo más instintivo fué quitarle el revólver.

Salí fuera de la carpa y le avisé a gritos a las personas que andaban por ahí. De repente se llenó la carpa de gente... llegaron los detectives, y después vino una ambulancia a buscarla.»

El 8 de Febrero de 1967, Violeta Parra de Chile volvió a la tierra.

Poema de Despedida de su hermano, Nicanor Parra

¿Por qué no te levantas de la tumba
a cantar
a bailar
a navegar en tu guitarra?

Cuéntame una canción inolvidable
Una canción que no termine nunca
Una canción no más
una canción es lo que pido.

Que te cuesta mujer árbol florido
Alzate en cuerpo y alma del sepulcro
y haz estallar las piedras con tu voz
Violeta Parra

Esto es lo que quería decirte
continúa tejiendo tus alambres
tus ponchos araucanos
tus cantaritos de Quinchamalí

Continua puliendo noche y día
tus tolomiros de madera sagrada
sin aflicción
sin lágrimas inútiles
o si quieres con lágrimas ardientes
y recuerda que eres
un corderillo disfrazado de lobo.

* Gracias a la Vida

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Cierre.

* Denota título de la canción que se toca en ese momento.